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Categoría: Biblioteca al habla ...
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A veces el currículo nos da un respiro agradable y esperanzador.

En un rincón del libro de texto, encontramos la ventana necesaria para asomarnos curiosos al tiempo pasado y divertirnos aprendiendo a comprenderlo.

Pienso en lo importante que ha sido para los que admiramos a Julio Cortázar adentrarnos en su correspondencia con la idea de conocer sus pensamientos, dudas, fobias, el despertar de su desbordante creación. Pienso en lo interesante que fue durante una época asomarse a las cartas del poeta Vicente Aleixandre, complejas y contradictorias de su personalidad. Conocemos así sus preocupaciones y la relación a veces hostil que él tenía con el mundo.

 

Pienso en las maravillosas cartas de Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre, amor, rebeldía y pasión a un tiempo. Y pienso también en la triste carta que el autor de “La metamorfosis” dirigió lleno de ira a su padre, siempre ausente.

Pero de entre ellas, las que más me conmueven, son las dirigidas desde la cárcel por el poeta Miguel Hernández a su mujer, Josefina Manresa. En ellas, de una manera clara y sencilla, el poeta muestra su sentimiento de impotencia y dolor ante la pérdida del hijo y ante la pobreza y la falta de alimento de la familia en ese tiempo. ¡Cuánto debió de sufrir estando solo y sabiéndose sin salida!

Se trata de un género el epistolar ya desaparecido, que nos ayuda a entender, objetivo primero de cualquier actividad humana. Ahora son otros los tiempos, vivimos a golpe de tecnología y whatsapp, el bosque que diría Manuel Vicent, en el que tenemos que aprender a andar.

Durante esta semana, última de noviembre, los alumnos de 1º de ESO y el Aula Específica de nuestro instituto, han escrito cartas, cartas dirigidas a un amigo o amiga que aún no conocen, cualquier alumno o alumna de otro instituto, el Vicente Aleixandre de Barbate, que como ellos, escribirán una carta que los nuestros recibirán.

Ha sido una experiencia “extraña”,  algunos nunca antes lo habían hecho, pero creo que gratificante, en ella han reflexionado sobre sus gustos para contarlos, sobre su estado actual en el instituto, sobre sus acciones en el tiempo libre, sobre su futuro. La redacción ha fluido enmarcada en una caligrafía tan personal que a veces ha sido necesario cuidar mucho. En una carta lo más importante es la comunicación.

Ha sido interesante y ahora todos estamos muy nerviosos porque un día de éstos llegará una carta que alguien a quien no conocemos ha redactado tranquilamente pensando en nosotros. Ojalá que llegue pronto. Estamos deseando recibirlas.

Posdata:

Esto es lo que piensan algunos alumnos sobre la experiencia de la actividad “Escribir cartas”:

Escribiendo la carta a mis compañeros de Barbate, me he sentido muy bien porque ahora no se utiliza mucho ésta, lo que más se utiliza es escribir por el móvil. Yo no sabía hacer una carta, pero gracias a esta actividad he aprendido y me siento muy feliz de haberlo hecho. Además fue muy entretenido decorar el sobre con dibujos. Espero que hagamos otra carta.

María José Varo Dávila, 1º ESO B.

Al escribir la carta me sentí bien, porque es una buena manera de que nos conozcan. A mí por ejemplo me ha costado escribirla porque no quería hacerla aburrida explicándoles mucho sobre mi instituto y mi pueblo, pero a la vez si cuento algo únicamente sobre mí, también podría ser aburrido. Así que hice un poco de las dos cosas para que no fuera  aburrido.

Noelia Gómez García, 1º ESO B.

Me he sentido un poco raro al escribir la carta porque no estoy acostumbrado, pero me gusta, es una manera divertida de comunicarte.

Luis Miguel Mera, 1º ESO B.

Todo empezó cuando la maestra le dijo a mis amigas que iban a hacer una carta en clase de Lengua, desde ese momento deseaba que la maestra también nos la mandara a mi grupo y a mí.

Me ha gustado mucho hacer esta actividad, porque así nos ayuda a expresarnos y a mejorar con la ortografía. Fue demasiado divertido y agradable y espero que así se sientan los alumnos que nos escribirán. Estoy nerviosa esperando mi carta de respuesta.

Valeria Altamirano, 1º de ESO A.

Al escribir la carta me sentí muy contenta porque nunca he escrito una carta a un compañero desconocido. No veía el momento de acabarla, quería poner tantas cosas que escribí un montón. Me hacía mucha ilusión terminarla y leerla.

Mercedes Gómez, 1º ESO B.

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