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Hoy vengo a comentar el último libro que he leído. Esta vez no lo he escogido yo. Ha sido mi profesora de Lengua la que me lo ha recomendado. Dijo que me encantaría, y definitivamente no se equivocó.

Esta novela es maravillosa, he disfrutado mucho leyéndola, pues tiene una trama muy interesante que te engancha mucho, se desenvuelve con acontecimientos cada vez más apasionantes, Esto provoca que cuando acabas un capítulo te quedes bastante intrigado/a.

Como agua para chocolate es considerada una de las obras clásicas del realismo mágico; se trata de un género de novela fantástica que se preocupa por estilizar el lenguaje; su intención es mostrar lo irreal a base de lo cotidiano.

Como gran representante de su género, en esta novela de Laura Esquivel no encontraremos una magia como a la que estamos acostumbrados: no hay dragones, ni batallas, ni magos, ni seres extraños. En cambio, tenemos una magia muy sutil, detallista y puntual, pero definitiva en la historia. Esta novela une dos géneros literarios: el costumbrismo, es decir, la parte cotidiana, que se puede ver  claramente por el hecho de que la historia nos sumerge en la vida de  una familia mexicana de principios del siglo XX, y la parte de la fantasía, ya que la magia se entrelaza con la realidad y, sin ella, no habría historia.

Tita, la protagonista de la historia, nació en la cocina de su casa y desde temprana edad la considera como su refugio del mundo exterior. En la novela, Tita nos cuenta sus mejores doce recetas, aplicadas a los doce momentos más importantes de su vida. Veremos cómo se enamora locamente de Pedro, un muchacho del pueblo, pero como su madre, Mamá Elena, le prohíbe contraer matrimonio, no puede estar con él.  Ni con Pedro ni con nadie, porque como ella es la joven de las tres hermanas, está destinada a quedarse soltera para poder cuidar de su madre cuando sea mayor.

A lo largo de la novela seremos testigos de todas las luchas que libra Tita frente a la tradición, a las expectativas de su familia y contra la voluntad de su madre, que le impide ser feliz. Tita quiere ser libre, aunque la tradición se lo impide. Pero, sobre todo, se mostrará el eterno amor que se tienen Tita y Pedro pese a todos los obstáculos que se presentan ante ellos y cómo su relación varía a lo largo de los años.

Como conclusión, he de decir que recomiendo muchísimo esta novela a todos aquellos/as a los que les gustan las historias entretenidas, sensuales y divertidas. Además, es muy interesante y curioso ver cómo se combinan los sentimientos con la cocina, al principio parece que no tiene nada de relación pero una vez leáis el libro veréis que sí.

Espero que esta reseña os haya servido y que si leéis el libro os resulte tan enriquecedor como a mí.

BLANCA MUÑOZ FLOR, 1º BACH C