Stephen Hawking fue un físico teórico, cosmólogo, astrofísico y divulgador científico británico, y el científico más importante de la segunda mitad del siglo XX y probablemente de todo el siglo XXI. Sus trabajos más importantes consistieron en el espacio, los agujeros negros, y la historia del universo (debido a esto último lo llamaban "el historiador del tiempo"): tales como teoremas respecto a las singularidades espaciotemporales dentro del marco de la relatividad general; y el descubrimiento de la llamada radiación Hawking, la cual es un tipo de radiación producida por un agujero negro.
Este último descubrimiento es el más conocido de este científico, debido a que revolucionó completamente la búsqueda del origen del universo. Consiste en que cada cierto tiempo un agujero negro debe emitir cierta cantidad de radiación Hawking, por lo que su masa disminuye. Esto significa que un agujero negro por más grande que sea desaparecerá después de cierto tiempo. Pero los agujeros negros solo desaparecen en cantidades de tiempo equiparables a la edad del Universo, por lo que no es posible que veamos en vida a un agujero negro desaparecer.
Hawking sufría de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad neuronal provocada por la muerte de las células motoneuronales, por la que a partir de los 22 años (cuando le fue diagnosticada) hasta su muerte, sus músculos fueron paralizándose de forma gradual, dejándolo casi completamente paralizado, en una silla de ruedas y necesitando un dispositivo generador de voz para hablar. Para cuando murió solo le quedaba el uso de una articulación en uno de sus dedos (la cual usaba para desplazarse y usar el dispositivo de voz) y el de sus ojos.
Hawking murió hoy, 14 de marzo, a la madrugada. Diversos científicos, familiares, amigos y famosos han expresado su tristeza por esta noticia. No se conoce la causa de la muerte; su familia simplemente llamó y dijo que "Expiró en paz". Nosotros también queremos expresar nuestra tristeza ante semejante noticia. Hoy el universo es más difícil de comprender, y la ausencia de este genio se ha notado incluso pocas horas después de su muerto. Ave atque vale, Stephen Hawking.